Sai es "Patita Pavana", el que siente compasión por los devotos y quién se ha comprometido también a ayudar a todos los que solicitan su atención. "Muéstrenme a alguien que haya solicitado mi ayuda y yo no le haya atendido" decía. Es en la compasión donde más se puede encontrar sentido a la espiritualidad porque es una apertura al otro, al prójimo poniéndose al propio ser en segundo lugar. "Olvidemos nuestro Ser y alabemos al Señor" se dice en la Biblia. Quién puede desarrollar auténtica compasión -que no lástima-, puede asomarse a la posición Divina. El ser eterno, el absoluto es la fuente de toda la compasión que podamos compartir entre nosotros y son una fuente de eterno crecimiento espiritual porque quién otorga su compasión realiza una acción meritoria que por su propia naturaleza solo puede generar aún más mérito. La gran paradoja de cuanto más se da, más se tiene.
Om Sai Ram!