LA FE EN EL MAESTRO PERFECTO

Sai Baba habitualmente no daba mantras secretos ni enseñaba elaboradas posturas de yoga. No dejó enseñanzas escritas por su propia mano, ni daba iniciación a discípulos. No pidió a nadie que cambiase de religión y mas aún, algunos comentarios realizados por Él hacia quién había realizado tal cambio son curiosos y sorprendentes. No dejó una "linea" de poder, ni sacerdocio, ni descendencia sagrada, ni nada parecido. Mendigó siempre su comida, y la dakshina (limosna) recibida era repartida entre gentes del lugar antes de dejar las actividades del día. Sai Baba puso el énfasis de su enseñanza en dos principios "Sraddha & Saburi" (Fe y Paciencia), dirigidas a la persona del Guru, del Maestro Perfecto. La rendición al Guru con amor y mente inequívocamente dirigida a Él y nada más. No es este un mensaje fácil de aceptar. El principio de la Gracia liberadora de los Santos. Una relación directa entre lo divino y lo humano porque en el fondo no existe ninguna separación que no sea la que produce nuestra mente y nuestro ego. Quién baja su cabeza a los pies del Guru, paradojicamente la eleva al cielo.