OFRENDANDO ALIMENTOS

CUANDO ME MIRO EN TUS OJOS

LA JOYA DEL LOTO.

FE Y PACIENCIA

                   El camino de Sai es de entrega y aceptación. Es la confianza absoluta en la providencia de lo Divino y en el cuidado amoroso del Guru sobre nosotros. No es una mera construcción psicológica o social. No es un cuerpo dogmático. Como el amor mismo, sus manifestaciones, sus formas de expresión son múltiples. De hecho cada entidad viviente se relaciona de modo particular y distinguible con el supremo. No tenemos una referencia mas clara, mas directa y mas vivencial del plano trascendental que la que nos da el Maestro Perfecto, el Guru. Aquel que no nos habla de oídas, o como simple transmisor de la información que existe en los libros sagrados de las distintas tradiciones. De hecho, el Guru se apoya en estos materiales por la afinidad que los seres sintientes tenemos con esos textos reverenciados. Pero el Maestro Perfecto es uno con lo santo, con lo absoluto y así, si desnudamos sus acciones presenciales en nuestro mundo de las circunstancias históricas, y socioculturales, vemos una misma esencia, un mismo mensaje, una única realidad. Dios es uno y lo único que realmente existe. Todo lo demás tiene existencia en orden secundario o dependiente de esa existencia absoluta  suprema. ¿Que podríamos hacer para acceder a ese reino de lo perfecto, de lo inmortal? Definitivamente nada en términos reales, pero la entrega de nuestra realidad a la Divina Presencia, al Maestro Perfecto, nos asocia eternamente a lo inefable, al todo, a Dios. Om Sai Ramn

Refugio de Paz.

Imágenes de Sai Baba