Frecuentemente se hace referencia a la adoración de imágenes sagradas como "idolatría". Una visión superficial de asunto puede dejar esa impresión, pero si miramos minuciosamente veremos las diferencias entre idolatría y adoración de imágenes sagradas.
En primer lugar consideremos que Dios si es omnipresente tiene por fuerza que residir también en la moorti, la imagen divina por lo cual no se puede alegar que Dios no está en la estatua.
En segundo lugar, es de destacar que a lo largo de la historia, se ha lanzado la acusación de idolatría siempre sobre "el otro", el prácticante de otra forma de espiritualidad que no es la nuestra. Es una acusación de idolatría llevada por la idea de que existen religiones verdaderas y falsas, y la del "acusador" es la verdadera.
Como tercer punto, tenemos que la idolatría consiste en adorar a "dioses falsos" y estos ciertamente existen, pero no dependen de si se les representa o no; sino en su aspecto de parciales y limitados. ¿Acaso no es idolatría, la adoración que algunas personas tienen por el dinero? Adoración no es simplemente ritualismo, ceremonia. Adoración implica una vinculación afectiva, mental; una sumisión y una aceptación de la primacía y superioridad de lo adorado. Quién vive pensando en el dinero, actuando por dinero, recreándose en el dinero, soñando con dinero, realiza un auténtico acto de adoración aunque no ponga un altarcito lleno de billetes.
En el Bhagavad Gita, el Señor Krishna habla también de la adoración de los "semidioses". Una adoración que obtiene resultados parciales y limitados pero los obtiene. Esos semidioses representados por personificaciones míticas son fortuna, salud, longevidad, etc. Pero en definitiva no son el Dios absoluto aunque participen de él, porque el adorador los "parcela" en orden de atender a sus propios objetivos.
En definitiva, cualquier persona que tenga la foto de un ser querido en un lugar especial de su casa, incluso a veces con flores u otros motivos llenos de significado para ellos, entenderá lo que es la adoración de imágenes sagradas. El devoto es consciente de que la imagen no ES el Dios en su totalidad al margen del resto de la creación. Este concepto es muy importante porque a lo largo de la historia, se han dado casos en los cuales un pueblo, adora una imagen y esa imagen es en substancia y esencia la divinidad. El devoto sin embargo sabe que su imagen es integramente la Divinidad -como toda la creación-, pero más allá de eso, su forma, su connotacion, su representación es una manifestación viva de su Dios.
Sai Baba reconocía esta condición de "hilo conductor" entre la imagen y la Divinidad misma. Una imagen consagrada es un aposento aceptado por Dios para comunicarse con el devoto -que también es parte de ese Dios-. Pero esta adoración no es limitativa ni excluyente. Baba tuvo discípulos musulmanes que no practican adoración de imágenes; pero en mi opinión el trato y relación que mantienen con el Corán y la forma en que han desarrollado el arte de la escritura especialmente en lo concerniente a escritura sagrada, no dista mucho de auténtica adoración de imágenes. (Entendiendo que imagen es toda representación física que pretende expresar lo Divino).
Como conclusión, decir que la imagen sagrada es el catalizador de dos corrientes de Divinidad. La de Dios absoluto manifestándose en nuestro plano mortal y la búsqueda del devoto de su realidad más íntima. En definitiva, es difícil no entender que quienes se aman, puedan manifestar su sentimiento en piedra, papel, plata, oro o cualquier otro material.